PADRE ETEO.SE APAGAN LAS LUCES
- Marcial Dougan Champion

- 19 sept
- 3 Min. de lectura

Aunque nos cuesta reconocerlo, la vida de este singular personaje está tocando a su fin, Algo por otra parte, totalmente natural, pero el desconocimiento y el silencio que lo están acompañando sí son como mínimo criticables, pues como en una función de teatro, cuando las luces se apagan sin aplausos, lo que sigue no es solo oscuridad, se trata de un nuevo espectáculo más peligroso: el de una sociedad incapaz de expresarse.
¿A qué desconocimiento o silencio me estoy refiriendo?
Por desconocimiento o no, se ha tratado de ignorar la gran aportación política de este hombre para la existencia de nuestro país, Guinea Ecuatorial. El Padre Eteo, en la época colonial, fue uno de los primeros luchadores por la dignidad y libertad de los estudiantes negros mediante huelgas y revueltas, acciones que, posteriormente dieron origen a los movimientos por la independencia de Guinea Ecuatorial. Así lo recoge Eugenio Nkogo Ondó en su libro La Guinea Ecuatorial, reminiscencia histórica, experiencia de las luces y de las sombras de un proyecto político , del que reproduzco una líneas:
“ .. . Hacia 1947, nace la CRUZADA NACIONAL DE LIBERACIÓN DE LA GUINEA ECUATORIAL, liderada por Acacio Mañé, una personalidad activa que, en 1950 y 1951, viaja al interior y toma contacto con otros destacados miembros, tales como Enrique Nvó y Francisco Ondó Michá En septiembre del último año, asistimos a la revuelta que tiene lugar en el seminario de Banapá, donde su Rector, el Padre Nicolás Preboste, recurre directamente al monseñor Leoncio Fernández Galilea, arropados ambos por el jefe de la policía de Santa Isabel, D. Jaime Ramírez Togores, el instructor de la Guardia colonial, unas decenas de guardias coloniales y un grupo de policías, se presentaron ante los sublevados, los cuales mantuvieron la decisión unánime de manifestar contra la injusticia y de luchar por las libertades de la institución y del país en general. En consecuencia, fueron detenidos sus cabecillas: Atanasio Ondó Ndong (alias Atanasio Ndong Miyone), Enrique Gori Molubela, Rafael Dámaso Sima y sus seguidores inmediatos, estudiantes de filosofía y de teología, entre los que se hallaban: Francisco Obiang Eban, Celestino N´nang Mikó, Clemente Mpenda Divani, Joaquín Ndong, Vicente Castellón, José Esono, Alberto Ndong, Eugenio Eteo y Edmundo Tale. Fueron encarcelados en los calabozos de la Policía Gubernativa de Santa Isabel. “
La tenaz y valiente lucha del Padre Eteo casi llega a tener recompensa después de lograr la independencia, cuando fue designado para el Consejo de la República, órgano Constitucional recogido en el Título V de la Constitución de 1968. Su composición(art. 41), y de sus funciones(art.42) destacar el de dirimir los conflictos legales entre los distintos poderes del Estado(Art. 28). Dicha designación nos la facilita Rafael de Mendizábal Allende en su libro Misión en África. La descolonización de Guinea Ecuatorial (1968-1969), concretamente en las páginas 39-40, que reproduzco:
“…También se puso en marcha por entonces el Consejo de la República, institución paritaria compuesta por tres miembros de Fernando Poo y otros tantos de Río Muni. De esta provincia procedía el presidente, Andrés Moisés Mbá con Pablo Mbá Nchama (Pastor Evangélico) y Ramón Ngue Mayeba (del «Monalige»). Los restantes, de la isla, eran Eugenio Eteo Bokope (presbítero, sacerdote católico), Vicente Castellón y Carlos Cabrera James…”
La inclusión del Padre Eteo en este órgano de carácter eminentemente jurídico puede sorprender a algunos, pero he de aclarar y recordar que en el momento de la obtención de la independencia el país contaba con apenas una veintena de ciudadanos con carreras universitarias, correspondiendo a médicos el mayor porcentaje. Esta carencia justifica la inclusión en este órgano de personas que, si bien no eran juristas, sí habían destacado en otras áreas del saber.
Desgraciadamente, el intento de golpe de Estado contra el presidente Macías, en marzo de 1969, y su posterior conversión en el tirano que fue, acabaron con la prometedora carrera política del Padre Eteo. Sin embargo, sirvan estas dos citas para, antes de que se apague la luz, sacar a la luz hechos que el desconocimiento o el deliberado silencio intentan ocultar.
Gracias, Padre Eteo, por tu incesante lucha por la independencia, mucha de la cual, por tu condición de sacerdote ha de permanecer en estricto secreto, y gracias por tu labor política y social, ya que sobre tu labor eclesiástica poco o nada tengo que añadir, pues es de sobra conocida por todos.





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